De entrada te reciben polillita y el mago Septien o cualquier par de señores entrados en los 70’s años que bien pueden ser los abuelos de cualquiera de nosotros. Amablemente te indican que el cover es de $120 por persona.
Entramos y la atmósfera causada por luz roja y humo de cigarro me impedía ver donde estaban los demás, de pronto caí en la cuenta que el mambo del politécnico sonaba a todo lo que daba, mientras me dirigía a la mesa luego de localizar a los changoleones el dj soltó otro mambo, yo estaba impactado, fue un regreso a las cumpleaños de mi abuelita en donde ya entrada la noche podías escuchar mambos como; la chica popoff (entiendase chica fresa, por cierto según yo, ese mambo fue la base para que después unos gruperillos hicieran “la niña fresa”), las clases de cha cha cha, etc,
Una vez instalados en la mesa me di cuenta que Zombie le sacaba chispas a la pista, se notaba que había bailado bastante por el emperlado en su frente. En “La Perla” si pides una chela te llevan una caguama y la comanda de la cuenta la guardas tú y el mesero te apunta en ella lo que vas pidiendo (lo cual es buena idea, así no tienes que estar revisando si no te metieron gol con un trago caro como un Bailey’s o los 3 tequilas).
Un poco antes de media noche, la música se detuvo y se prendieron las luces del lugar, mi novia me pregunto ¿qué pasa?, a lo que yo conteste: es el show travesti….sobra decir la cara de sorpresa que puso.
El show estuvo super raro, muy divertido en realidad ver como una misma persona pueda cantar rolas de la tesorito (obvio canto Dos mujeres un camino) y dos horas después se convierta en Lupita D’alessio.
Era un caos, todo mundo gritaba, Juan Mariachito parecía poseído por un fotógrafo de Associated Press o de la revista Oraleeeeee!!!, más de la segunda creo yo, el caso es que los que no habíamos presenciado con anterior este tipo de espectáculo estábamos impactados, lo mejor era ver la cara de tequila (entre cruda de tequila y estreñimiento) que ponían los gueyes a los que se les acercaban Ana Gabriel, Isabel Pantoja o Alaska para hacerles ojitos….
Momento priceless de la noche: Amanda Miguel interpretaba “El me mintió” y se le acerca a Mike Suki Suki (espero se escriba así) y le acaricia el mentón…que más se puede decir.
Entre show y show el Dj (un señor de unos sesenta años con jeans y playera negra que está sobre una tarima, en cuyo techo hay una estructura que asemeja una gran “almeja” depositaria de una perla) soltó lo que denominé “el set de la muerte”…interminables éxitos ochentenos, pero no los de cualquier antro, nooooo….Calo, Yo tengo una bolita que me sube y me baja de Garibaldi, la macarena, sopa de caracol y ya algunas más comunes como Timbiriche, Hombres G, etc
El lugar es raro, pero muy muy cagado, a excepción del cover es barato, vale la pena ir, “para que no te digan, para que no te cuenten…porque lo mejor te mienten”.
Entramos y la atmósfera causada por luz roja y humo de cigarro me impedía ver donde estaban los demás, de pronto caí en la cuenta que el mambo del politécnico sonaba a todo lo que daba, mientras me dirigía a la mesa luego de localizar a los changoleones el dj soltó otro mambo, yo estaba impactado, fue un regreso a las cumpleaños de mi abuelita en donde ya entrada la noche podías escuchar mambos como; la chica popoff (entiendase chica fresa, por cierto según yo, ese mambo fue la base para que después unos gruperillos hicieran “la niña fresa”), las clases de cha cha cha, etc,
Una vez instalados en la mesa me di cuenta que Zombie le sacaba chispas a la pista, se notaba que había bailado bastante por el emperlado en su frente. En “La Perla” si pides una chela te llevan una caguama y la comanda de la cuenta la guardas tú y el mesero te apunta en ella lo que vas pidiendo (lo cual es buena idea, así no tienes que estar revisando si no te metieron gol con un trago caro como un Bailey’s o los 3 tequilas).
Un poco antes de media noche, la música se detuvo y se prendieron las luces del lugar, mi novia me pregunto ¿qué pasa?, a lo que yo conteste: es el show travesti….sobra decir la cara de sorpresa que puso.
El show estuvo super raro, muy divertido en realidad ver como una misma persona pueda cantar rolas de la tesorito (obvio canto Dos mujeres un camino) y dos horas después se convierta en Lupita D’alessio.
Era un caos, todo mundo gritaba, Juan Mariachito parecía poseído por un fotógrafo de Associated Press o de la revista Oraleeeeee!!!, más de la segunda creo yo, el caso es que los que no habíamos presenciado con anterior este tipo de espectáculo estábamos impactados, lo mejor era ver la cara de tequila (entre cruda de tequila y estreñimiento) que ponían los gueyes a los que se les acercaban Ana Gabriel, Isabel Pantoja o Alaska para hacerles ojitos….
Momento priceless de la noche: Amanda Miguel interpretaba “El me mintió” y se le acerca a Mike Suki Suki (espero se escriba así) y le acaricia el mentón…que más se puede decir.
Entre show y show el Dj (un señor de unos sesenta años con jeans y playera negra que está sobre una tarima, en cuyo techo hay una estructura que asemeja una gran “almeja” depositaria de una perla) soltó lo que denominé “el set de la muerte”…interminables éxitos ochentenos, pero no los de cualquier antro, nooooo….Calo, Yo tengo una bolita que me sube y me baja de Garibaldi, la macarena, sopa de caracol y ya algunas más comunes como Timbiriche, Hombres G, etc
El lugar es raro, pero muy muy cagado, a excepción del cover es barato, vale la pena ir, “para que no te digan, para que no te cuenten…porque lo mejor te mienten”.
